Como es más difícil decirlo que ponerlo por escrito, darle
forma con palabras, releer, dar la vuelta y empezar. Revisar, corregir. Así no
cometes el error de querer caer en la perfección sin saber que no existe.
Recapitulemos. Yo vine a hablarte de amor, el mismo que he olvidado y que tanto
has remarcado. Ahora te toca a ti, ponerlo en marcha. No es reconciliar, es
sentir. De manera perpendicular, te dibujo el pasado con sonrisa, con un papel
completo de letras escritas con cierto sentido. Expresando un corazón en
ruinas, desgastado por los años, con un dulce sabor a ti, mi alma en verso, mi
verso dedicado.
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