jueves, 21 de julio de 2011

Deseos.

Le gustaba imaginarse en la soledad de sus ojos, tristes.
En tan solo cuatro paredes, se podían hacer muchas cosas. Y, él así, era feliz. Más que nunca.
En numerosas ocasiones, no podía creer, verse pensando una vez más en ella. Había demasiados recuerdos. O ¿quizás no? Su cabeza los creaba con el objetivo de observar la lluvia desde lo más alto del cielo. No era capaz de llegar más lejos, tampoco ella se lo permitía. Si, había algo en lo que no debía incorporarse ella, de lo contrario, el mundo se hubiera vuelto loco y comenzaría todo de nuevo, en el principio de las historias bonitas.
Porque cuando surge algo tan esperado, es precioso, es magnifico, increíble.

Hoy debo pedirte en su nombre, que le traigan aquello que él añora, necesita, ignora, desea…
Es algo que ni nosotros mismos podemos saber, pero que deseamos que se haga realidad más tarde o más temprano. Que si un sueño significa mucho, debe ser hecho realidad.