A veces, sólo importas tú.

Tú y tu mirada, que se cruza con la mía. Tú y tu sonrisa. Y coger ese primer vuelo, rumbo a Nueva York, rompiendo la distancia que ahora mismo nos separa. Y olvidarme del mundo, soñar despierta, y amanecer a tu lado. Tú y todos los segundos en los que pienso en ti. Y otras veces, un sentimiento enorme impide expresar con palabras lo que significas para mí. Pero a nosotros no nos hacen faltan las palabras, así que cállate y bésame. -No permitas que tropiece en la misma piedra.

Todas.

Todas las noches, en algún lugar lejos de aquí, está mi corazón. Se escapa cada noche en busca de su dueño. Esta noche he decidido seguirle. Me encuentro en un lugar mágico, de ensueño, al fin, ha descubierto a su dueño, estoy frente a él y a su mirada, esperando que acepte el rumbo de mi corazón. Me mira, sonríe y lo acoge en su interior. Damos un paso hacia delante, cogidos de las manos…