Abstraída, tratando de huir de los temores que supone
conocer la realidad y aceptarla. En ese preciso instante, ocurrió. Brilló como
una estrella. Era el máximo deseo. Saber cómo reprimir los sentidos, única y
exclusivamente para permanecer con el orgullo, como así se lo habían impuesto.
¿Cómo definirías el sentimiento de orgullo? Le preguntaba sin cesar, para terminar
su trabajo. Para que reflexionará, para ponerle pensamientos absurdos en su
cabeza. Y sucedió, inesperado. Como una musa que te inspira, que te atraviesa
hasta hacerte hablar. Problemas y soluciones. Cartas sobre la mesa. Realidad
inspiradora, aunque se trate de una ensoñación. Infranqueable. Ahora tocaba
armarse para luchar, para vencer al miedo a los finales.
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