domingo, 24 de diciembre de 2017

Valiente e insensato corazón.

Aquella noche soñé contigo, un sueño fugaz e infinito.
Llevabas esa falda rojiza que tan bien lucías. Y si, mujer contra mujer, como un prólogo de las historias sin final feliz. "No va a suceder" dijiste "no merece la pena perder el tiempo en pensarlo" reprochó tu corazón.
Y ahora que estoy inspirada, me decido a escribirte, a expresarte, a enamorarte.
Quizás los textos importan y remueven o quizás son simples realidades sin comprensión ni sentido.
He olvidado lo que iba a decirte, tal vez extenso e instenso o breve y pomposo.
Vuelvo al principio, recuerdo corazones, sueños, estrellas, cicatrices.
Valiente e insensato corazón.
Ojala no acabe nunca esta ilusión, esta aparición. Deseo que seas la estrella que más brilla en todo el universo y que nunca te apagues.
He tenido que parar el mundo para contarte mis anhelos. Apareces como un suspiro de energía y derrepente todas las preocupaciones desaparecen.
Oigo voces que me impiden continuar, expresar lo que estoy sintiendo en este momento. Es real, es directo, no posee filtros ni llamadas de atención. El lenguaje adecuado no es el del amor, pero si el de la educación y el de la prosa.
Puede que me aventure diciendo que ya existías en mí antes de yo conocerte. Frente a frente, solo quiero darte un beso y descansar, respirar y seguir. Aprender a reír, a crecer, a soñar, a dormir contigo.
No recuerdas tus miedos, solo escribes,
Fracasas o triunfas, una incognita.
Los proyectos savaticos surgen con las ganas de vivir.
Me estoy agotando por dentro, salvame, pero hazlo despacio, pausado. No quiebres tu voz, no destruyas tu piel. Abre tu corazón, deja escapar tus inquietudes. Sé libre, pequeña gran revolución.