Un despropósito me llevo a tu deseo de volar por el mundo. Sin
dejar huella pero con sentido. Volviéndonos locos con tus instintos básicos. Allí
estaba yo tratando de comprender esta locura de vida. Sobreviviendo más bien,
qué otra cosa podríamos hacer. Adaptada situación cuando arrancaste a decir que
tenías que irte. Se marchó. Claro que se fue, como cuando despegan los aviones
rumbo a los corazones de quien los integran. Vacía y ya sin consuelo, te
escribí una canción e imagine cantártela al oído. El cosquilleo y verte sonreír
después de infinitas lágrimas era fruto de la magia que se había creado. La dejé
a medias como significado de estas vidas que se van demasiado pronto. El cielo,
más azul que nunca, el sol brillante, el espejo de la sonrisa que un día
formaste.
lunes, 16 de marzo de 2020
domingo, 1 de marzo de 2020
Marzo circular
Esta frialdad tan impropia de ti.
Estas miradas que huyen de mí. Esta irrealidad realmente perfecta. Esto de
estar en el mundo sin mí. Sobreviviendo. Temblando de placer. Suspirando por
ver amanecer. Revolviendo y removiendo hasta los huesos por verte delirar.
Droga dulce. Revolcón entre
amapolas. Olor a sexo. Y vuelta a empezar. Repetir tus aromas. Suma y sigue,
sin perderte. Porque nosotros solos somos uno.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)