viernes, 22 de mayo de 2020

Sombras

Esperando lo que sabes que no va a llegar. Así pasaban los días, cada vez más calurosos. Cada vez más pegados al cuerpo. Cuando por fin encuentras una sombra, disimulas y te acostumbras. Esas sombras tan entrañables, que tanto daño nos hacen y tanto bueno nos dan. También, nos gustaba dejar pasar el sol por los huecos de las persianas o escuchar al amanecer con sus bostezos, sus ligeros aleteos. Parar el despertador y mirarle como si fuera la última vez, despertar y empezar. Y seguía sin llegar, no ocurre. Pero tú, acostumbrada a no poseerlo, debatías entre ilusiones y realidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario