domingo, 24 de noviembre de 2019

Roto

Anclado en el pasado, vivo el ritmo diferente, atónito. Mis sentidos me reclaman. Rebusco las palabras para no tener que decírtelas. Recuerdo haberte tenido, y ahora, roto, por el dolor, por el transcurrir de los días sensoriales sin sentido, te escapaste de mis manos. Casi siempre jugando al azar, con miradas hacia todos lados. Hasta tu forma de disimular. Y tus delicados actos para reconocerte dama. Las inseguridades de los formatos de la sociedad y sus cambios. Los extrañan mis deseos. Mis temores cuando era tan sencillo como sentir la paz interior que me ofrecías. La calma constante, a pesar de los nervios, tus nervios, tu falta de control, tu improvisación, tus impulsos. En definitiva, aprender a vivir sin ti, contigo al lado.

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