He recuperado una afición y he
retomado mis vicios, mi puro veneno. Me he reencontrado de manera discreta
conmigo misma, y he debatido sobre mis temores. He luchado con todas mis ganas,
dejándome la piel en cada verso. He vuelto a aparecer por aquellas calles,
donde nos solíamos tomar la última copa. Pero esta vez, sin compañía. He reído
a carcajadas, con tiempo, sin prisa, hasta llorar lágrimas saladas. Y una vez
liberada, con arte, con fuerza, te he tratado como merecías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario