jueves, 14 de febrero de 2019

Estructura


Es tan grande que no podrás ocultarlo. Miradas furtivas cuando cree que no la mira. Un beso robado. Unas mejillas sonrojadas. Una sonrisa de oreja a oreja. Me encanta como le miras. No para de hablar y tú solo le miras. Tiene sentido. Amor lo llaman. A mi me parece una tortura. Lo recuerdo como una ilusión en un mundo de burbujas gigantes, flotando sin rozarse. Algún día voy a encontrarte en sueños. Pienso pedirte que cruces ese punto conmigo. Y quiero que alcances el deseo. Huir de su mano. La de él. Acariciar sus labios. Aunque solo sea un rato. Maldito paraiso.
Maldita locura cada vez que pienso en su boca, en sus labios. Joder que ganas de morderlos. Cada vez más cerca, sin rozarnos. Inevitable deseo de seducción. Miradas que no callan. Si él supiera que me muero por sus huesos. Que manera de expresarlo sin palabras. Que gusto su compañía. Que deseo tan grande. Que similitudes tan distintas. Es poesía. Hace magia con sus manos. Ardientes. Ojalá recorriéndole el cuerpo con los labios. Ojalá sus dedos, sus caricias, sus sentidos. Tal vez pasión, tal vez amor. Tal vez, nosotros. 

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