sábado, 30 de junio de 2018

Sueños


Recordar que le juraba que nunca volvería a caer. Entre sus brazos, acariciaba el cielo. Las nubes tenían forma de alas. Alas que les llevaban directos al paraíso. Podían permanecer largas horas en aquel lugar. Desconocido, olvidado, pero suyo.
Cuerpos que se deslizaban despacio ante unas ganas y un placer ansiado. Debían ser cuidadosos y pacientes, pero fogosos e imparables. La necesidad de rozarse era tal, que aquel parecía no acabarse nunca. 
¡Despierta! Te has quedado dormida. Sueños

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