miércoles, 5 de enero de 2011

Nuevo.

¿Qué tantas cosas vamos a escribir, si nadie nos lee? ¿A dónde llegaremos, si nuestras lecturas es un simple recordatorio de quienes somos?
A ustedes nunca se les dedica unas palabras. Siempre se actúa de manera egoísta y aun así deciden que es mejor leerlo. Ya no se si por simple curiosidad o por intentar comprender alguna palabra de ese amor absurdo, ficticio. Si introduces una canción, es para darle melancolía al asunto. Pero lo que no es, nunca lo será, y no tiene vuelta de hoja. Básicamente, ésta es una buena descripción de lo que se puede escribir desde la soledad de los momentos, desde la distancia, desde el color de la oscuridad, del miedo…
Las flores, que yo recogía cuando era pequeña eran para mi mama, a los dos días, se habían marchitado, a pesar de que ella siempre las metía en un jarrón lleno de agua. Comparación perfecta. Evidentemente, fácil, bajo mi punto de vista, hablando de la experiencia de dichos textos.
No lo estoy haciendo como siempre, ni como se suele hacer, lo estoy haciendo por y para ustedes. No lo va a entender. Si, claro que si. No todo en esta vida tiene una sola dirección, aunque todos los caminos vayan a Roma.
Ayer, hoy y mañana siempre va a ser igual. Pero no me importa. Algún día llega y se esfuma todo de un solo soplo y dormiremos tranquilos, relajados, como duerme un bebe, sin preocuparnos de absolutamente nada.

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