Como enlazar entre mis dedos tus
sentidos, al recordar tu esencia. Inspirar profundo para coger todo el aire que
necesito al olvidarte. De mi mano, sin su mano. Mirarte al lado. Tenerte en el
alma, llevarte en cada instante. Instalarte como rutina costumbrista. Regalarte
mis primeros y últimos minutos del mejor día de nuestros tiempos. Leerte en el
periódico, escucharte en las ciudades. Soñar bonito, colgar de tus labios.
Rozar el cielo, sentarte en las nubes. Te veo en mil huellas, en mis tatuajes. Pendiente
en tu recorrido. Alcanzamos los doscientos hasta llegar al infinito. Solos,
pero en el mismo lugar. Vistiéndonos para la ocasión ficticia de la realidad.
Un corazón en ruinas y una distancia reprimida.
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