martes, 21 de junio de 2011

Aceptación y lejanía.

Adiós droga dulce. Ahora eres amarga y empalagosa. Ya no eres adictiva, no te necesito. Lo he reconocido por primera vez ante ella. ¿Importante verdad? Y no requiere adicción para querer estar junto a ti. La maligna droga anterior rechazaría esta idea, bueno ésta y todas. Egoísmo en estado puro. Pero, ¿sabes qué? Que con ayuda todo se resuelve y no estoy sola. La droga y su obligatoriedad no han podido conmigo ni podrán. Me gusta imaginar que a partir de ahora todo será distinto y tan solo habré perdido 17 años de mi vida. Mi primera petición es el cumplimiento de un sueño del pasado con risa negra y ofensiva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario